El Ejército Mexicano es la rama terrestre de las Fuerzas Armadas de México,y se encarga de defender la soberanía del país, así como de ayudar a proteger la seguridad de sus habitantes. La Sedena cuenta con 211,488 plazas, de las cuales corresponden al Ejército Mexicano 200,000 plazas de militares, más una reserva relativa porque se trata de los conscriptos del Servicio Militar Nacional, con estimación variable de 1,500,000 elementos no acuartelados.
El Presidente de la República es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas en su conjunto, de quien depende el General Secretario de la Defensa Nacional que a la vez es el comandante del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicanos.
Historia
En la época prehispánica en 1428 y con la derrota de los tepanecas de Azcapotzalco, surge en el centro del país la Triple Alianza, formada por los reinos de México-Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba del que dependieron como tributarios, 38 señoríos desde las costas del Golfo de México, hasta las mesetas centro y sur del Anáhuac.
La civilización mexica desplegó gran poderío social, económico y cultural. Eminentemente sacerdotal y guerrero, su ejército alcanzó organización y disciplina muy desarrollada para su época, lo que incluía:
Instrucción castrense: Entre los aztecas, la preparación militar era obligatoria para los jóvenes varones que recibían su educación de acuerdo a su estrato social, yendo los nobles al Calmecac destinada a la formación de oficiales, sacerdotes y gobernantes; los plebeyos acudían al Telpochcalli que aportaba los contingentes para la defensa, la conquista y las guerras floridas, cuyo único objetivo era capturar prisioneros dedicados al sacrificio. La actividad bélica era el único camino para el ascenso social.
Organización de los cuerpos armados: La décima parte de la población varonil servía en el ejército, cada Calpulli o barrio formaba un escuadrón de entre 200 a 400 guerreros a cargo de un Tepochtlato, cada escuadrón se dividía en escuadras de 20 guerreros a cargo de un Tiachcouh, los Tepochtlatos respondían ante el Tlacocachcatl. Estos contingentes eran reforzados por un millar de flecheros y otros mil canoeros, sumando entre todos unos ocho mil individuos. Texcoco y tenía efectivos equiparables y Tacuba, dos mil.
Los cuatro mayores Calpullis tenían comisiones específicas en el Alto Mando, el mayor de todos llamado Tlacatécatl se encargaba de la organización (por analogía era como el Estado Mayor de un ejército moderno; los Pochtecatenían asignadas las funciones de información, contra información y propaganda (lo que hoy en día es espionaje e inteligencia), el Tlacatecuchtli se encargaba de instrucción y operaciones, donde también participan los maestros del Calmécac Tepochcalli, finalmente el Toyoyahuacatl se encargaba de los servicios, abastecimientos y evacuaciones. dotadas de unidades Tecoyahuacatl para adquisición depósito y reparto de vestuario, víveres y otros abastecimientos, el Huitzináhuatl para la inspección de tropas y materiales y tamemes para el transporte. El acopio y suministro de armas lo realizaba cada Tlacocachcatl. Los aztecas tenían además una compleja industria de fabricación de armas con talleres y obreros especializados que almacenaban los recursos en los Tlacochcalco.
Contrario a los señoríos débiles a los que dominaban, no construyeron fortificaciones defensivas, mientras que los tlaxcaltecas, mixtecos y zapotecos usaban fosos y parapetos, incluso recintos amurallados como Mitla y Xochicalco.
También es clara la analogía de los mexicas con los ejércitos del Viejo Mundo como el orden y seguridad de sus columnas y líneas, con determinantes de posición, estacionamiento, detención y vigilancia, retirada, marcha y ataque, sitio y cerco, con tal intuición bélica que al arribo de los hispanos, les permitió la rápida asimilación de algunos recursos y tácticas empleados por estos, bajo ciertos límites.